TERAPIA CRÁNEO SACRAL
"MAGIA EN EL CUERPO"
Mi despertar en las terapias fue precisamente con ésta maravillosa técnica. Durante años, como muchos, anduve buscando qué es lo que tenía que hacer en mi vida.
En mi adolescencia, en varias ocasiones y diferentes personas, me habían comentado que mi profesión era trabajar seres vivos con mis manos. Esa información para mi era más confusa que esclarecedora, pues no tenía ni idea de cual era el camino hacia el que debía dirigirme. Ninguna de las carreras de las ciencias de la Salud llamaban mi atención.
Un día, de causalidad, como todo lo que sucede en la vida, una terapeuta me dijo que la ayudara a descontracturar su cuello. Dude en hacerlo pues el cuerpo hay que saber trabajarlo para no causar más daños y mi formación era nula. Coloqué mis manos sobre su cuello y me dejé llevar por el sentir de aquella magia antes para mi desconocida.
Lo que sentí durante esa sesión era indescriptible. Una conexión entre ambos seres con el infinito, que logra trabajar tanto a nivel físico como a nivel álmico. La sensación de llegar con los dedos a lo más sagrado que existe en uno mismo.
Quizás por éste motivo es una de las técnicas no contempladas en la medicina convencional, que ve en las terapias un enemigo y no un complemento (lo que son verdaderamente), necesario tanto para la resolución de dolencias como para la prevención.
El cuerpo tiene las llaves necesarias para que los conflictos se resuelvan.
Todo lo que sucede en él viene provocado por una disfunción que el cuerpo conoce y él guarda la información de la causa originaria que ha marcado una consecuencia visible.
Para mi cráneo-sacral fue mi gran despertar, a raíz de ésta primera experiencia decidí comenzar mis formaciones en terapias complementarias para continuar en mi camino por destino.
Cráneo-sacral contempla las pulsaciones originadas por el líquido céfalo raquídeo, que se reparte por el cuerpo y ayuda a llevar el oxígeno a todas y cada una de las partes que nos componen, originando en ellas un movimiento no visible al ojo humano pero que existe y es.
Trabajado como todas las terapias, con agradecimiento, respeto, amor incondicional e intención, el cuerpo nos sorprende resolviendo dolencias que de otra forma son muy difíciles de atender.
Hace dos días, atendí a una paciente nueva. El motivo, un grave problema de oído, taponado desde hace años, motivo por el cual ha pasado dos veces por operación sin llegar a conseguir resolverlo. El traumatólogo comentó que quizás su tímpano ya estaba perforado ó que su canal auditivo era demasiado estrecho y que el movimiento mandibular ayudaba a la obstrucción.
Sin muchas esperanzas decidió darse una nueva oportunidad e intentar una terapia conmigo.
En su caso, una sola sesión ha sido suficiente para destaponarlo. Lo mejor de todo es lo que sintió. Decía haber tenido una sensación súper placentera en su cabeza que antes no había experimentado y sentir como mis dedos, posicionados en el exterior, hubieran trabajado desde dentro.
Esas sensaciones son muy habituales durante la terapia.
Para mi la más placentera de todas técnicas con las que trabajo, tanto personas como animales y una de las más resolutivas para lograr resolver conflictos físicos, a veces sin solución con otros métodos.
Y lo mejor de todo, una técnica que siempre, siempre, hace bien al cuerpo aún siendo usada como método de prevención y conexión.
Es una buena forma de empezar a trabajar el cuerpo, para hacer una buena puesta a punto, antes de empezar cualquier terapia bien sea mental, emocional o física pues en todos los casos en los que nos encontremos, la desarmonía que suframos, estará provocando una disfunción en nuestro ritmo interno.
Charo Sacristán
Terapeuta holística