La responsabilidad de Ser YO.
Entendamos o no como hemos llegado a ésta vida y de dónde venimos, sí está claro que todos los seres vivos tenemos una función que realizar aquí.
Dicha función se ha de realizar en los escenarios en los que vivimos, sean cuales sean.
Pero nosotros que somos los protagonistas, cada uno de nuestra vida, vamos escogiendo la postura más cómoda escondiéndonos tras el telón de la obra de teatro de nuestra vida, evitando salir a escena sin darnos cuenta de que estamos en escena desde que elegimos venir a la vida.
La postura de "no oigo" "no hablo" "no veo", es decir "no estoy", no sirve en estos casos.
Es como el perro que para que no le encuentren esconde su cara tras el sofá.
En la vida, todo es visible, estamos visibles en todo momento. De nada sirve hacer intentos de huída, porque realmente de quienes no podemos huir es de nosotros mismos y es nuestro Ser quien es el consciente siendo inconsciente de lo que vinimos a hacer.
En nuestra huída al conformismo, viviendo en el mundo del despertar, buscamos excusas queriendo verlo todo como en tiempos oscuros de siglos pasados, anclándonos en el "esto no me corresponde a mi" o "yo no puedo hacer nada", dejamos que la vida siga siendo lo que no deseamos y con el dedo de la culpa permanecemos en el lugar que nos hacemos creer es el correcto.
Algunos deciden taparse los ojos desde el nacimiento hasta la partida, otros deciden taparse a ratos, otros ver, hablar y escuchar de los demás y otros decidimos ver, hablar y escuchar con la finalidad de cumplir con la parte responsable.
Pero ésta última decisión es la más ingrata y dura, pues obliga a ser responsable de forma constante, sin vacaciones. Ya no sólo es una obligación propia, si no que los otros en sus actos de "que lo hagan por mi", delegan en uno y no sólo eso, se creen con el derecho de no permitir a los que en su día dieron y dieron, seguir experimentando y creciendo en el camino que deseen.
Todos hemos venido a vivir nuestras experiencias, a escoger nuestros caminos, a sentirnos realizados y felices.
Todos tenemos la herramienta del cambio, porque el cambio está en nosotros.
Tan sólo debemos crearnos unos principios fuertes y llevarlos a cabo hagamos lo que hagamos.
Cuando uno olvida esos principios dependiendo de la circunstancia y del momento que vivan, es que sus pilares no están del todo sujetos.
No delegues en los demás lo que te toca hacer a ti, porque nadie más que tú podrá hacerlo.
No te metas en el conformismo de que nada se puede hacer, porque estarás diciéndote que te niegas a hacer tu parte.
No veas, hables y escuches lo que no te atañe, porque lo que tienes que oir, hablar y escuchar es lo más profundo de todo.
Todos tenemos la herramienta perfecta, la herramienta del amor incondicional que todo lo que cambia.
La responsabilidad está en ti, no en el otro, haz, haz y haz, pues por la norma del 3% y por imitación, otros estarán en breve haciendo lo mismo que tú y harás de éste mundo el que deseas y no el que criticas.
Felíz camino¡¡¡
Charo Sacristán
Psicoterapeuta emocional
Terapeuta holística
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