sábado, 28 de enero de 2017

BIODESCODIFICACIÓN. LA EMOCIÓN ES LA CLAVE. III



La responsabilidad ante la Emoción

En las dos entradas anteriores he hablado de la importancia de la emoción del pasado en nuestra salud en el presente, pero, ¿sólo está codificado lo que reside en nuestro interior?

La realidad es que "todo" está programado, no sólo lo que está dentro de nosotros, sino que también está programado aquello que está fuera. 

Pero, si para cambiar lo de dentro, requerimos de un cambio en nuestra forma de ver y sentir la vida, en lo que está fuera, ¿también tenemos responsabilidad y posibilidad de ayudar al cambio?
La respuesta es sí.

Los registros sociales se han convertido en emociones nefastas ante la vida. El pesimismo es contagioso y no sólo eso, también alabado como lo que es socialmente aceptable. De modo que hemos convertido la tierra en un lugar donde se acepta y admite conductas y comportamientos que son perjudiciales para la salud global y existe rechazo y falta de fe en poder adquirir pensamientos y emociones positivas que ayuden a salir de estados mentales depresivos, bien sean, pérdidas, duelos, pesadumbre, pesimismo...

No voy a desviarme del tema, pero consideraba necesario hacer ésta aclaración, pues debemos tener en cuenta que en nuestra mano también reside la posibilidad de poner un grano de arena para conseguir un mundo mejor. Que no es una utopía, ya que de la misma forma que podemos hacerlo internamente, con un trabajo de unión, ordenado y focalizado a reprogramación, se puede conseguir que la información registrada mute a positivo. Hemos de recordar nuevamente que "la enfermedad es una desarmonía con la Naturaleza" de este modo, si el entorno o la Tierra se encuentra enferma,  los Seres vivos que en ella habitan sentirán dicha enfermedad en ellos. 


Retomando de nuevo la biodescodificación para el organismo, en cualquier proceso, debemos llegar al entendimiento del cuerpo. El cuerpo es una maravillosa maquinaria, con una información infinita que en la mayoría de las ocasiones hace recurrir a la frase de Sócrates "sólo sé que no sé nada". Es necesario escuchar el cuerpo, porque es él quien tiene toda las respuestas de cualquiera de las preguntas que se le puedan hacer sobre un proceso de enfermedad. 
En la programación biológica residen todas las respuestas de los registros grabados, ya sean beneficiosos o perjudiciales. En esto nada tiene que ver la mente, por tanto nada tiene que ver la psicología. 
Es necesario el reencuentro con los registros biológicos que dañan el sistema orgánico para realizar una transmutación a positivo con el fin de restaurar las zonas dañadas. 

Algunos aún no dan importancia a las emociones, cuando son las emociones las que son registradas en la parte emocional del cerebro, adquiriendo una estructura propia y distinta a la nueva corteza. 

La enfermedad para encontrar la solución a través de la biodescodificación requiere un nuevo punto de vista y forma de comprensión, aceptación y fluidez ante determinadas circunstancias, anteriormente comprendidas de otra manera. 
Es cambiar el entendimiento de las circunstancias evitando el dolor y actuando desde la comprensión y el aprendizaje, liberando las emociones y fluyendo en armonía con la vida. 

 El ser humano en su condicionamiento social, ha aprendido a tomarse la vida, en ocasiones, buscando la aceptación exterior, y en esa búsqueda crea una resistencia que actúa en perjuicio de su propia salud. 

Se debe buscar la ayuda de un psicoterapeuta para reprogramar emocionalmente. La clave de la salud es la vivencia del presente liberando las cargas del pasado que acompañan en el subconsciente y que se convierten en lastres para el avance en dirección hacia la salud. 

La tendencia del ser humano es el pensamiento negativo, la palabra mal usada que se convierte en decreto y se graba en el organismo y el ego y todo lo que conlleva, que hace entender la vida desde el lado más limitado generando enfermedades y haciendo que la vida no sea disfrutada. 

La clave es la emoción y es tarea del psicoterapeuta guiar hasta el encuentro con la emoción madre que genera el malestar, la dolencia o la enfermedad, y por parte del paciente, la responsabilidad de hacerse cargo de reparar el daño, encarándose a la emoción, entendiéndo la situación desde un punto de vista más objetivo y liberando el pasado y el dolor generado de autodestrucción.

Los registros existen en nosotros desde antes de Ser lo que somos, pueden estar grabados durante el tiempo de gestación, grabados en el periodo del imprinting (grabación genética en los primeros tiempos de vida) y pueden estar grabados en cualquier otro momento desde este tiempo hasta la edad actual. 

 Es necesario sanar el subconsciente, aquella parte del cerebro que recoge la información primitiva, la más antigua, los registros de sucesos vividos, el que recoge la información aprendida y desde donde nacen las adicciones. Por tanto es la parte que recoge los cambios que vamos asumiendo a lo largo de la vida. 
Es necesaria una fusión entre la parte cognitiva (entendimiento) y la parte emocional.
Se dice que se enferma porque pensamos de una forma, sentimos de otra y actuamos de otra, siendo esa desarmonía y falta de cordura ante los diferentes actos, causas más que suficientes para que las emociones no se encuentren en orden con el equilibrio necesario para mantener la salud. 

Cada uno es responsable de su propia enfermedad, pero esto no tiene que llevar a un estado de culpa, al contrario, tiene que acercarnos a un estado de esperanza, ya que si es el propio Ser vivo el que tiene la clave de la propia enfermedad, de la misma forma también la llave de la recuperación (y para ello trabajan biodescodificación y todas las técnicas usadas para recobrar la salud que den importancia a la emoción). La propia enfermedad contiene la información de lo que la generó.
El reencuentro con la emoción no sanada, da la oportunidad de convertir la enfermedad en salud y salir reforzado de la situación, adquiriendo un avance y crecimiento espiritual consiguiendo ver la vida desde un lado más puro, con pasos significativos para el bienestar interior. 

 Te propongo algo...
a partir de ahora deja de preguntarte ¿por qué? y pregúntate ¿para qué?
Tómate la vida de otra forma.
Sana tu pasado, perdona por ti y para ti, no busques el entendimiento y sí el aprendizaje, agradece, bendice, disfruta, camina y aprovecha el día. 
No le des importancia a lo que no lo tiene.
Vive y sé feliz, la vida es corta, que no te duela lo mundano, lucha por tu felicidad y camina libre.


Seguiré hablando de este tema aquí y mi canal de Youtube, con el fin de que poco a poco tengamos más herramientas para salvar nuestros bloqueos personales

Te espero

Charo Sacristán
Terapeuta holística
Psicoterapeuta emocional

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